Lanzarote es la isla más oriental del archipiélago canario, y está situada a unos 100 kilómetros de África. Destaca por sus espectaculares playas y parajes, una temperatura media anual de 22°, la amabilidad de su gente, una particular gastronomía, que hacen de la isla un destino único.
Es un paraíso geológico puro, de paisajes lunares y submarinos, volcanes, aguas cristalinas, oasis de palmeras. Es sin duda una tierra de contrastes. Por todo ello, toda la isla está declarada como reserva de la biosfera. La perfecta simbiosis lograda en Lanzarote entre el hombre y la naturaleza es, sin duda, el principal causante de este reconocimiento internacional.
Los Centros de Arte, Cultura y Turismo se integran en la naturaleza volcánica de la isla constituyendo su principal referente turístico, siendo de visita obligada para conocer la verdadera esencia de Lanzarote. César Manrique, artista local de proyección internacional, los hizo únicos, combinando el arte y la naturaleza.
Pero lo que sin duda destaca en Lanzarote es su belleza natural como en el macizo de Famara, donde existe el mayor número de especies botánicas endémicas por Km2 de toda Europa, en el que sobresalen la inmensa variedad de la flora y fauna exclusivas.
Descubrir el paisaje volcánico que nos ofrecen Las Montañas del Fuego o Timanfaya es una experiencia inolvidable, ya que las largas erupciones volcánicas cambiaron drásticamente la morfología de la isla, quedando prácticamente sepultada una cuarta parte de la misma bajo un grueso manto de lava y ceniza.
Los Jameos del Agua, es sin duda un lugar espectacular y una visita obligada. Se localizan en el interior del túnel volcánico producido por la erupción del Volcán de la Corona y albergan un maravilloso lago escondido.
Visitar La Cueva de los Verdes es un verdadero viaje a las entrañas de la tierra, una experiencia que pretende ser sorprendente y única. El túnel es uno de los más extensos e interesantes del planeta. Se prolonga desde el cráter del volcán hasta el mar, conocido como "Túnel de la Atlántida".
La denominada "Isla de Fuego" nos traslada a un universo diferente, donde los conos volcánicos vestidos de tonos ocres y violeta o el tinte discontinuo de colores del terreno, forman un paisaje inigualable.
No podemos olvidarnos que una de las mayores riquezas de la isla es el cultivo de la vid, único en el mundo, ya que su procedimiento permite que de la tierra calcinada nazca un vino generoso y refinado, hijo de la lava, fuerte como el volcán, mimado bajo cenizas encargadas de atesorar cada gota de rocío, tan valiosa en una tierra sin manantiales.
En las innumerables playas, el surf encuentra en Lanzarote uno de los mejores lugares del planeta para su práctica, siendo sus olas comparables incluso a las míticas de Hawai. El windsurf también es muy practicado, una buena zona para la práctica del windsurf es la Playa de las Cucharas en Costa Teguise.
Las diversas modalidades de vela se ven beneficiadas, además de por unas condiciones climáticas favorables, por la existencia de puertos deportivos, cuyas instalaciones son modélicas en su género. Entre los puertos destacan Puerto Calero junto a la localidad de Puerto del Carmen y Marina Rubicón en Playa Blanca.
Las excelentes condiciones climáticas de Lanzarote durante todo el año junto a sus características paisajísticas, permiten a todo aquel que busque algo más que sol y playa disfrutar de actividades en la naturaleza. ¡Los amantes del buceo, senderismo, trekking, kitesurf, parasailing, golf están de suerte!