Gran Canaria es un pequeño continente en miniatura. Una isla cercana a Europa, con un abanico de playas tan diversas como los paisajes cambiantes que esconde. Casi 60 kilómetros de playas en 236 kilómetros de costa, bajo un sol suave que parece querer quedarse a vivir aquí.
Por ello es uno de los destinos turísticos más importantes de Canarias y su capital, Las palmas de Gran Canaria, es considerada la cuidad con el mejor clima del mundo, en la que destaca su ambiente cosmopolita y la belleza de su casco histórico con los barrios de Vegueta y Triana, de más de 500 años. Rincones que albergan infinidad de edificios coloniales que nos remontan al pasado, cuando el almirante Cristóbal Colón antes de su primer viaje en el Descubrimiento de América, nos visitó, enamorándose de nuestras tierras.
Pero la capital alberga otro tesoro y es la Playa de Las Canteras, de varios kilómetros, que se extiende por la bahía, convirtiendo a Gran Canaria, en el destino de navegantes, buceadores y surferos. Todos escapan a una isla con un resorte magnético para cualquiera que busque su mar de buen tiempo y practicar deportes como el bodyboard, el windsurf o el kitesurf.
En playas paraíso como Maspalomas con sus infinitas dunas de arena dorada o Playa del Inglés, que además están dotadas de muchísimas opciones de ocio durante el día y una atractiva vida.
Pero si algún rincón reluce es Puerto Rico y su mar de delfines, dignos de visitar para vivir una experiencia fascinante. Sin olvidar el Puerto de Mogán, un pueblo pesquero la mar de pintoresco en el que puede practicarse la pesca de altura.
Una isla de playas, pero también de altas montañas. Porque el interior de Gran Canaria esconde un océano de montañas, reconcentradas entre volcanes y barrancos. Montañas trenzadas por senderos y veredas creadas hace ya mucho tiempo, antes de que se dibujaran siquiera los mapas.
Un mundo aparte, declarado Reserva de la Biosfera, donde descansar y escapar del ruido, donde reside otra de las particularidades de Gran Canaria, Una inmensa caldera de hundimiento en Tejeda, en un pueblo que aparece y desaparece, como por arte de magia, sobre un mar de nubes.
Un pequeño gran lugar, cerca del cielo, donde mirar el imponente Roque Nublo, el paisaje lunar que lo rodea y el océano de pinos que parecen caer hasta donde se pierde la vista y que despliega a su vez una red de barrancos que serpentean hasta llegar al mar.
Gran Canaria es un destino perfecto para los amantes del senderismo y el turismo activo ya que la zona centro montañosa, es un paraíso para la práctica del mountain bike o la escalada. Un continente en miniatura, donde andar y respirar y encontrar silos aborígenes sobre acantilados, una iglesia neogótica entre plataneras e incluso una ciudad prehispánica escondida.
Una isla diferente a cualquier otra, que le ofrecerá la mejor oportunidad para disfrutar de su extraña naturaleza diversa. Y siempre cerca de un mar de buen tiempo.